DOS TENDENCIAS EN LA POESÍA DE JOSÉ WATANABE
En un comentario (www.larepublica.com.pe) a Banderas detrás de la niebla (2006), el último poemario de José Watanabe, Javier Ágreda (06/01/07) distingue dos tendencias al interior de la poesía de Watanabe: la primera centrada en la experiencia corporal y que tiene su máxima expresión en Cosas del cuerpo (1999); la segunda más culturalista y que se manifiesta en Habitó entre nosotros (2002), donde el poeta de Laredo trabaja con el evangelio. Pienso que, efectivamente, en Banderas... se observa una pugna entre esas dos formas de hacer poesía. El primer poema (“Responso ante el cadáver de mi madre”) es una meditación acerca de la muerte; en cambio, “El otro Asterión”, último texto del poemario, revela un trabajo con referencias culturales. ¿Cuál tendencia predominará en la obra de Watanabe? El tiempo lo dirá.
LOS DIEZ GRANDES POETAS PERUANOS, SEGÚN LA ENCUESTA DE HUESO HÚMERO El último post de Gustavo Faverón es una reflexión sobre una encuesta realizada por la revista Hueso Húmero, N° 50 , a escritores y críticos acerca de los diez poetas y prosistas peruanos preferidos. En lo que respecta a poesía, el resultado --producto de ciento tres encuestas-- es el siguiente: 1. César Vallejo (90) 2. Martín Adán (78) 3. Jorge Eduardo Eielson (77) 4. Emilio Adolfo Westphalen (67) 5. José María Eguren (61) 6. Blanca Varela (60) 7. Antonio Cisneros (54) 8. César Moro (51) 9. Carlos Oquendo de Amat (38) 10. José Watanabe (32) La cifra que está entre paréntesis señala la cantidad de votos que obtuvo cada poeta. Me sorprende que no esté Carlos Germán Belli, uno de los grandes poetas de los años cincuenta, y que ha logrado un ostensible prestigio internacional. Asimismo, creo que Eguren mereció mejor suerte al ser considerado, con justicia por críticos serios como Américo Ferrari, uno de los indiscutible
Comentarios
Estamos de acuerdo, creo que ambas tendencias se complementan entre sí. En el poema "Sala de disección", hay una crítica de la frialdad del conocimiento científico. El cerebro, para los estudiantes de medicina, es algo sin vida. En cambio, el poeta piensa que el cerebro de una persona muerta tiene vida. En tres meses publicaré mi libro "Mito, cuerpo y modernidad en la poesía de José Watanabe", donde analizo ese poema. Saludos, Camilo