ENSAYO LITERARIO Y ENSAYO ACADÉMICO
El ensayo es una modalidad del género argumentativo y puede ser de dos tipos: el académico y el literario. El primero tiene como representante, en el Perú, al investigador Antonio Cornejo Polar; el segundo, a Luis Loayza. Aquel pone de relieve un marco teórico de cierta rigurosidad y una bibliografía actualizada, hecho que se puede observar en Los universos narrativos de José María Arguedas, donde Cornejo Polar aborda, de modo ordenado y sistemático, aspectos de la narrativa del gran escritor andahualyno; en cambio, este no se guía tanto por el rigor teórico, sino por la buena prosa y el carácter sugestivo de las ideas. Desde el punto de vista de la investigación literaria, el ensayo académico se sitúa en el ámbito de ciertas corrientes teóricas como el estructuralismo, la estilística, la sociología de la literatura, el psicoanálisis como corriente crítica, los estudios culturales, etc. Por el contrario, el ensayista literario desarrolla de manera más libre un tema; pues puede asociar textos de la más variada índole, es decir, colocar un poema, relacionar el texto materia del comentario con una experiencia muy personal y, muchas veces, biográfica. El ensayo académico se dirige a una comunidad de especialistas como los profesores universitarios y expertos en el tema. En cambio, el ensayo literario está pensado para que lo lea el gran público. Es importante esta distinción. Algunos representantes de la primera modalidad son los formalistas rusos (Yuri Tinianov, Roman Jakobson, por ejemplo), los estructuralistas franceses (Roland Barthes, Gérard Genette, entre otros) o los sociólogos de la literatura (Lucien Goldmann es un caso prototípico). Exponentes de la segunda modalidad son Ezra Pound, T.S. Eliot, Ítalo Calvino, Susan Sontag, Octavio Paz, para citar solo algunos nombres.
El ensayo es una modalidad del género argumentativo y puede ser de dos tipos: el académico y el literario. El primero tiene como representante, en el Perú, al investigador Antonio Cornejo Polar; el segundo, a Luis Loayza. Aquel pone de relieve un marco teórico de cierta rigurosidad y una bibliografía actualizada, hecho que se puede observar en Los universos narrativos de José María Arguedas, donde Cornejo Polar aborda, de modo ordenado y sistemático, aspectos de la narrativa del gran escritor andahualyno; en cambio, este no se guía tanto por el rigor teórico, sino por la buena prosa y el carácter sugestivo de las ideas. Desde el punto de vista de la investigación literaria, el ensayo académico se sitúa en el ámbito de ciertas corrientes teóricas como el estructuralismo, la estilística, la sociología de la literatura, el psicoanálisis como corriente crítica, los estudios culturales, etc. Por el contrario, el ensayista literario desarrolla de manera más libre un tema; pues puede asociar textos de la más variada índole, es decir, colocar un poema, relacionar el texto materia del comentario con una experiencia muy personal y, muchas veces, biográfica. El ensayo académico se dirige a una comunidad de especialistas como los profesores universitarios y expertos en el tema. En cambio, el ensayo literario está pensado para que lo lea el gran público. Es importante esta distinción. Algunos representantes de la primera modalidad son los formalistas rusos (Yuri Tinianov, Roman Jakobson, por ejemplo), los estructuralistas franceses (Roland Barthes, Gérard Genette, entre otros) o los sociólogos de la literatura (Lucien Goldmann es un caso prototípico). Exponentes de la segunda modalidad son Ezra Pound, T.S. Eliot, Ítalo Calvino, Susan Sontag, Octavio Paz, para citar solo algunos nombres.
(Foto: gran ensayista estadounidense Susan Sontag)
Comentarios
Me parece que en ambos casos, tanto en el ensayo académico como en el literario, se debe tener un punto común: una escritura accesible a un lector promedio,pero esto no ocurre siempre con el primer tipo.
Quizás por eso, disfruto más de los ensayos literarios y una de mis favoritas es Susan Sontag. Leer a esta hija de la reconocida Universidad de Berkeley, es un genuino placer.
Me gusta mucho la ensayística de Sontag, en particular "La enfermedad y sus metáforas" y "El sida y sus metáforas" son libros que he leído muchas veces. Tienen esa frescura y esa erudición que francamente me apasionan. Creo que dirigirse a una comunidad de especialistas no significa, para el ensayista académico, dejar de lado al lector promedio.
Efectivamente "El laberinto de la soledad" es un gran ensayo literario. Otro gran texto de Paz es "Los hijos del limo". Saludos,