Unas palabras en memoria de Carlos Eduardo Zavaleta


Carlos Eduardo Zavaleta, el genial cuentista que nos legó historias inolvidables, ha partido. Para los que tuvimos la suerte de ser sus alumnos y colegas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, constituye una pérdida irreparable, no solo porque su nombre se asocia con los cuentos más notables de la literatura peruana, sino también porque fue un investigador y traductor infatigable. Siempre hablaba de sus proyectos con un entusiasmo contagiante: tenía pensado publicar uno o dos libros este año; pero la muerte no se lo permitió. Conocí a Carlos Eduardo en el patio de la Facultad de Letras. Compartíamos nuestra admiración por la prosa de Raúl Porras Barrenechea. Tuve una tertulia inolvidable acerca del autor de Fuentes históricas peruanas, siempre me recomendaba la lectura de algunos ensayos de Porras y confesaba ser un admirador de su estilo fulgurante. Zavaleta también fue un traductor de la poesía de James Joyce y es el responsable de la incorporación de las técnicas de William Faulkner en la narrativa peruana contemporánea. En él se aúna la labor del narrador con la del ensayista e investigador. Espíritu polifacético, intelectual cosmopolita pero interesado en el simbolismo de nuestro mundo andino, Zavaleta seguirá vivo en su obra, invalorable legado para las generaciones venideras.

Foto (fuente): www.unmsm.edu.pe

Comentarios

Anónimo dijo…
Excelentes palabras, estimado Camilo. Quienes conocimos a Carlos Eduardo Zavaleta jamás olvidaremos su importantísima contribución a nuestra narrativa. Que el maestro descanse en paz.
Sí, fue todo un maestro, un grande de la narrativa, pero, sobre todo, un amigo.

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