UNOS VERSOS DE VALLEJO Y UN PREMIO PARA EL CINE PERUANO


Vallejo decía: "¡Sierra de mi Perú, Perú del mundo,/ y Perú al pie del orbe; yo me adhiero!" Estos versos revelan el afincamiento del poeta en la sierra y la posibilidad de universalizar el legado cultural andino. Es decir, la sierra dentro del Perú situado en el ámbito internacional. Vallejo no solo escribía en español, sino también en francés. Dejó obras de teatro y textos de crítica teatral escritos, con gran maestría, en la lengua de Baudelaire. En pocas palabras: cosmopolitismo e indigenismo fusionados en la magia de la escritura.


Ayer me entero de que la película La teta asustada se alzó con el oso de oro en el Festival de Berlín. Y escucho a Claudia Llosa agradecer el premio en un perfecto inglés, luego observo a la actriz ayacuchana Magaly Solier cantar en quechua y terminar con un "gracias", dicho en la lengua de Cervantes o, mejor, pronunciado en un castellano andino. Me pregunto si este premio no nos reencuentra con lo mejor de nosotros mismos, si no se trata de un homenaje a nuestra diversidad cultural, asumida no como un obstáculo, sino como un permanente desafío. Vallejo pensaba que los aportes de la cultura andina pudieran universalizarse e imagino la emoción de Llosa escuchando el canto en runasimi en un importante escenario de Berlín. Felicitaciones y a celebrar.

Comentarios

Anónimo dijo…
Profesor, me emocioné mucho al escuchar a Magaly Solier; primero porque soy peruana y segundo porque al ver a una hija de las zonas olvidadas de nuestra patria en el Berlinale es un nítido ejemplo de que nuestras culturas tan opuestas, muchas veces, insisten en acercarse.
¡Lindo post!
Gracias. Efectivamente, la riqueza cultural puede ser una ventaja y ser un acicate para producir un gran arte y una gran literatura.
Luis Medina dijo…
Buenos días estimado profesor.
He visto la película "La teta asustada" y sinceramente no me agrado para nada, ésta revela el gran desconocimiento que tienen los organizadores del premio sobre la realidad popular y andina de nuestro país. De acuerdo a Escajadillo y a A. Cornejo Polar, hay dos líneas críticas que se pueden desarrollar entorno a la obra de Arguedas (Y logicamente a otros más) que son el plano estético y el ético de los textos, ambos de singular importancia. La película cumple con la primera mas no con la segunda, pues la percepción del imaginario cultural criollo (deber ser del guionista y la directora principalmente) que construye la historia y todos sus desencantados pasajes y caracterizaciones de personajes, no dejan sino una gran insatisfacción y pesadumbre. La película no me parece ni racista ni folclorista, sino más bien anodina y maquilladora, que revela un mundo que realmente no es nuestro, sino la percepción cultural que aún mantienen los estratos de poder sobre las esferas subalternas al que no les dan más cabida que ese referente. Se ridiculiza e ironiza una supuesta desfachatez popular, se usan códigos andinos de manera superficial, se transgrede normas tácitas populares de naturaleza casi inescrutables con facilismo y negligencia; vale decir, yo, como miles de peruanos, quien soy hijo de padres que nacieron en la sierra, cuyos padres fueron en un primer momento quechuahablantes de nacimiento y todos sus antecesores también, me he sentido extrajero en ese espacio representado. La película me hizo recordar la maestría prosística de Ventura García Calderón quien desconocía las dimensones culturales de los indígenas a quienes representaba y presentaba a un público europeo, dispuesto a conocer e imaginar un mundo que consideraba arcaico y a la vez misterioso. Esta misma figura observo en "La teta asustada", cuya directora Claudia Llosa satisefecha y feliz por un premio que la eleva a la cima del cine peruano e internacional, ha desvinculado todo efecto cinematográfico de los presupuestos culturales reales o cercanas a la realidad que observamos los peruanos día a día. Todo uso de códigos andinos y populares no están sino al servicio del capital, de la mirada "turística" de los extranjeros, de aquello que les es atrayente y misterioso, haciéndonos ver como bichos raros, sedientos de modernidad importada, al que cualquier tipo de folclorismo es sinónimo de atraso y superstición.

Este premio, personalmente, me emocionó mucho, porque por primera vez un(a) peruano(a) ganaba un galardón tan importante como este, y como antesala a observar la película ganadora vi "Madeinusa" de la misma directora, y francamente me dio miedo, senti desazón, como una desconfianza a lo que vendría, cuando llegué a ver "La teta asustada" me di cuenta que tienen, no sólo el mismo formato argumental, sino también el mismo discurso cultural y de poder; desilución y frustración es lo que sentí (y no creo ser el único) y más aún cuando supe que Magaly Solier canto una canción en quechua, porque veía enlazados película y canto al servicio de las sonrisas con mirada "antropólogica" y hasta "arqueológica" de los oyentes europeos. Espero y pido que Claudia Llosa haga una película de otro género, pues aún en el cine que trate estos temas, debe considerar otras y mejores competencias y no sólo las de técnicas de cinematográficas o de algunos libros de antropología (Qué diferencia con Akira Kurosawa). Ojala los premios importantes que vengan sustentes esa estética y ética que debemos de velar siempre en el arte.

Atte.

Luis E. Medina Castañeda
Estimado Luis Medina: ví la película y me pareció buena; sin embargo, es cierto que faltó mayor profundidad en el abordaje del mundo andino.

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