UN MERECIDO HOMENAJE A LA GRAN POETA PERUANA

Se trata de uno de los nombres más ilustres de la literatura peruana: Blanca Varela, quien hace unos días fue merecidamente condecorada en el Congreso de la República. La publicación de Nadie sabe mis cosas (2007), de Rocío Silva Santisteban y Mariela Dreyfus (quienes han recopilado ensayos y artículos valiosos acerca de Varela) constituye un hito en la fundación de una tradición crítica sobre la obra de nuestra más grande poeta. ¿Hasta cuándo vamos a esperar que nuestros investigadores dejen de lado el biografismo y el contenidismo, y se concentren en el análisis de los discursos poéticos?


La poesía de Varela demuestra una versatilidad temática, pues aborda la crítica de los sistemas patriarcales del poder; el regreso a la patria de la infancia; las difíciles fronteras entre sueño y vigilia; el cuerpo como un espacio que va de lo sagrado a lo profano, entre otros temas.

Comencé a leer a Varela cuando era estudiante universitario en San Marcos y siempre me sorprendió (y me cautiva aún) la difícil sencillez que emana de sus versos. Leí Ese puerto existe (1959) muchísimas veces y percibí un extraño dominio del difícil arte del verso; Varela lograba un estilo personal, distinto del de Eielson y de Sologuren. No es fácil encasillar el arte de ella dentro de moldes rígidos y preestablecidos.

Quisiera transcribir solo seis versos que pergeñó Varela con indubitable maestría:

PODERES MÁGICOS

No importa la hora ni el día
se cierran los ojos
se dan tres golpes con el
pie en el suelo
se abren los ojos
y todo sigue exactamente igual


Comentarios

todas nuestras frustraciones en solo seis versos.
maestría sin lugar a dudas.
omar dijo…
sí, muy buena.


me encantaría ver: Esta pared no es medianera. pero seguramente tendré que esperar un milagro.

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